“Cantaría, rezaría, leería la Biblia, pasearía por la luna, daría gracias a Dios y luego fingiría ser miserable cuando vea venir al guardia”, dice Langdon, de 11 años.
Eso es genial, pero ¿puedes leer la Biblia y viajar por la luna al mismo tiempo? Podrías ser el primer prisionero de la historia en ser encerrado en un confinamiento solitario por divertirte demasiado.
“Yo preguntaría, ‘¿Por qué me arrestan?'”, dice Zach, de 9 años. “Entonces, me diría a mí mismo, ‘Dios está haciendo esto por una buena razón’. Entonces, le hablaría a las personas acerca de Jesús “.
Enfrentar una crisis puede ser emocionante cuando sabes que el plan de Dios para ti es más grande que lo que puedes entender. Confío en una computadora para almacenar lo que escribo, aunque no entiendo cómo funciona. Del mismo modo, no tengo que entender todo lo que Dios hace o permite para confiar en él.
“Si me amenazan con lastimarme no dejaría de hablar de Dios, no los escucharía porque sabría que estoy complaciendo a Dios”, dice Megan, de 9 años. “No importa lo que me pase, yo tendré a Jesús conmigo”.
Cuando los líderes religiosos le ordenaron a los apóstoles Pedro y Juan que no hablaran en el nombre de Jesús, ellos dijeron: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.”, Hechos 4:19-20.
Confrontar a las autoridades no siempre es la voluntad de Dios, dice Stephanie, 9 años: “Tan pronto como me dejaran salir de la cárcel, me mudaría a otro lugar para poder hablar de Dios”.
Poco después de que el apóstol Pablo pasó de ser un temido perseguidor de cristianos a el más grande evangelista, se convirtió en el hombre más buscado en Damasco. El gobernador tenía un boletín de todos los puntos para su arresto. Los amigos de Pablo lo bajaron por una pared en una canasta, y él escapó.
“Enviaría una carta o iría a hablar con el presidente”, dice Ruth, de 8 años. “Y tal vez podríamos hablar sobre Dios. También le rezaría a Dios”.
En efecto, esto es lo que hizo el apóstol Pablo cuando apeló a César durante una de sus pruebas. Mediante esta táctica legal, evitó la emboscada de un asesino y continuó hablando y escribiendo desde la cárcel. Las cartas que Pablo escribió a las iglesias durante su arresto domiciliario en Roma se llaman apropiadamente las Epístolas de la prisión.
“En Hechos 16:16-34, Pablo fue arrestado por creer en Dios y nunca dejó de cantar, orar y adorarlo”, dice Shane, 11 años. “Mientras hacía estas cosas, el guardia le preguntó cómo podía ser salvo, y Pablo le dijo que simplemente creyera en el Señor Jesús, y el guardia lo dejó ir”.
Shane, eres increíblemente conciso, pero omitiste un detalle importante: el terremoto. Inmediatamente después del terremoto, el guardia hizo su ahora famosa pregunta: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?”
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”, Pablo respondió, según Hechos 16:30-31.
Oremos por los cristianos perseguidos y apoyemos a las organizaciones que los ayudan. Los cristianos en Sudán, China, Egipto y Arabia Saudita inmediatamente vienen a la mente.
Medita: Jesús prometió tribulación en este mundo y el poder de elevarse por encima de ella.
Memoriza: “En el mundo tendréis tribulación, pero confiad, yo he vencido al mundo”, Juan 16:33.
Pregúntate: Si le ordenaran a la policía arrestar a todos los cristianos, ¿irían a tu casa?
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Las citas bíblicas son de la Nueva Versión King James, a menos que se indique lo contrario.
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