“Permanecer en Cristo es no salir de la casa cuando mi mama me dice que no lo haga”, dice Alexandra, de 5 años.
Negarse a salirse de la voluntad de Dios tiene todo que ver con permanecer en Cristo. “Permanecer significa que necesitas quedarte con Dios y escucharlo”, dice Fayette, de 8 años. “Él quiere que nos quedemos con él y aprendamos más sobre él. Él nos ama a todos y quiere que toda la gente se mantenga con él”.
Sí, Dios quiere que estemos pegados a Él. Así como una vid recibe su vida de la rama, los cristianos deben recibir su vida directamente de Dios. Mira lo que bien dice Peyton, de 7: “No puedes tener uvas sin una vid. No puedes tener manzanas sin un manzano. No puedes tener vida sin Dios”.
“Permanecer” es otra forma de traducir la palabra “quedarse”. Los discípulos permanecieron con Jesús durante los tres años de su ministerio. Después de que Jesús fue crucificado, los líderes de Jerusalén arrestaron a los apóstoles Pedro y Juan por predicar que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertos. Cuando los líderes examinaron a Pedro y Juan y vieron su osadía, “se dieron cuenta de que habían estado con Jesús”, Hechos 4:13.
Este tipo de audacia santa no está reservada solo para los apóstoles. El mismo pasaje en Hecho cuenta que Pedro fue lleno del Espíritu Santo. Después de que Jesús regresó al cielo como el Dios /Hombre en un cuerpo de resurrección, envió al Espíritu Santo a morar en su pueblo para que permanecieran con él.
La invasión del Cielo para reclamar la Tierra comenzó con un hombre lleno del Espíritu Santo desde su nacimiento y permaneciendo en la voluntad de su Padre. El nombre Emmanuel, que a veces escuchamos llamar a Jesús en Navidad, significa “Dios con nosotros”. En su primer advenimiento, Jesús estuvo con nosotros en el espacio y el tiempo. Pero ahora, Jesús vive en todos los que creen en él como salvador mediante el Espíritu Santo.
“Permanecer en Cristo significa tratar de hacer lo que Dios quiere que hagas”, dice Chelsea, de 8 años. “Si trataras de hacer lo que el diablo quiere, estarías en el diablo”.
Si Dios no es el capitán de tu barco, ¿quién crees que es? Jesús vino a liberarnos de las ilusiones de grandeza que caracterizan vivir una vida egocéntrica por el espíritu de este mundo.
Dicen que Las Vegas tiene una pulgada de profundidad y una milla de ancho. Parece másgrande, pero es sololuces y brillo. Permanecer en el espíritu de este mundo siempre te dejará sediento e inquieto.
Jesús prometió que nunca dejaría a nadie que haya recibido su regalo de la vida eterna (Juan 10:28). A la luz de tal fidelidad de Dios, Juan escribió: “Lo amamos porque él primero nos amó”, I Juan 4:19.
Medita: Dios quiere que fijemos nuestros corazones y mentes en él y vivamos enraizadas en él, extrayendo vida. La persona que medita en la Palabra de Dios día y noche es “como un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que produce fruto a su tiempo, cuya hoja tampoco se marchita y todo lo que hace prosperará”, Salmo 1: 3.
Memoriza: “Si permaneces en mí, y mis palabras permanecen en tí, pedirás lo que desees, y se hará por ti. Por esto mi padre es glorificado, que das mucho fruto, así seréis mis discípulos. “, Juan 15: 7-8.
Pregúntate: ¿Está tu vida enraizada en Cristo?
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