“Una de las decisiones fue qué tipo de helado quería, fresa o vainilla”, indica Christen, de 11 años. “Esa es una decisión difícil para mí. Realmente no sé cómo Dios me mostró la señal, pero escogí la fresa”.
Christen, ¿estás escribiendo desde la tierra? Esto suena como una decisión del cielo. Si toda la vida estuviera llena de este tipo de decisiones, todos seríamos felices.
“Dios deja que la respuesta venga a mí, y obtengo algo así como una A +”, dice Lauren, de 7 años.
Algunas de mis oraciones más fervientes ocurrieron antes de las grandes pruebas durante mis dos programas de posgrado. Sorprendentemente, descubrí que las respuestas a esas oraciones estaban estrechamente relacionadas con la cantidad de estudio que había realizado
.”Dios me ayuda a tomar decisiones difíciles al hablarme a través de la oración”, asegura Sarah, de 11 años. “Me habla a través de acciones y consecuencias. Él me ayuda a través de mis padres, mis amigos y mis maestros. Me ayuda todos los días en las decisiones difíciles y fáciles. Sé que puedo acudir a él siempre que necesite ayuda”.
Sara nos muestra que Dios guía en una variedad de formas. Cristianos sensibles buscan pistas a lo largo del camino de la vida. Dios está siempre trabajando a nuestro alrededor. Debemos orar para que nuestros ojos estén abiertos a lo que él está haciendo. Sara dice que Dios le habla a ella en oración.
En un nivel de oración, hablamos a Dios. En otro, Dios nos habla. La Biblia contiene muchos ejemplos de la voz audible de Dios dividiéndose en conversaciones, pero esta es la excepción y no la regla. Dios usualmente habla a través de una mente tranquila informada por la Palabra de Dios llena del Espíritu Santo.
El nivel más profundo de la oración es la comunión con Dios. Jesús siempre supo qué hacer y decir porque se mantuvo en una conversación constante con su Padre. Muchas veces, se retiró de las demandas del ministerio para orar en lugares remotos.
Jesús dijo: “Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”, Juan 5:30.
“Cuando hacemos algo, incluso si sabemos que no nos meterá en problemas, siempre deberíamos preguntarle a Dios”, dice Jessica, 10 años. ¿Hablas con un amigo solo cuando estás en problemas? Dios quiere ser tu amigo. Hacia el final de su ministerio, Jesús les dijo a sus discípulos que ya no los llamaría siervos, sino amigos. Los amigos tienen cosas en común. La amistad con Dios depende de nuestra obediencia a él (Juan 15: 14-15).
“Cuando le pides ayuda a Dios, él te ayuda en tus momentos difíciles, y él ayuda a tu conciencia a decirte lo que está bien o lo que está mal”, dice Taylor, de 11. “Dios nos ama y está dispuesto a hacer cualquier cosa por sus hijos”. Él nos ama tanto que envió a su único Hijo a morir en una cruz para salvarnos de nuestros pecados”.
Jesús tomó la decisión más difícil cuando oró en el jardín: “Abba, Padre, todas las cosas son posibles para tí. Quita esta copa de mí; sin embargo, no es lo que yo quiero, sino lo que tú harás”, Marcos 14:36.
Medita: La copa figurativa que Jesús bebió contenía nuestros pecados. Él no quería esta copa, pero la bebía en sumisión a su Padre para que pudiéramos vivir.
Memoriza: Juan 5:30.
Pregúntate: ¿Tienes que tomar una decisión desagradable hoy?
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Las citas bíblicas son de la Nueva Versión King James, a menos que se indique lo contrario.
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