“Realmente se puede diferenciar lo correcto de lo incorrecto porque cuando le pegas a alguien, sientes pena por él”, asegura David, de 9 años. “Como si pateas a alguien en la rodilla, te sientes mal”, agrega Paul, de 10 años.
“Siento un sentimiento que se siente como ‘no'”, indica Sarah, de 7 años. “Sientes un hormigueo cuando haces algo mal”, dice Nicole, de 9. “Cuando haces algo bien, tienes una sensación agradable”.
“Cuando empiezo a hacer algo mal, siento que tengo dolor de estómago”, dice Scott, de 10 años. “El corazón bombea rápido cuando estás haciendo mal y bombea lentamente cuando te está yendo bien”, agrega Taylor, de 10 años.
Un detector de mentiras mide el aumento del ritmo cardíaco y la transpiración que generalmente acompañan a la mentira.
Esa “cosa pequeña dentro de ti” es “tu conciencia diciéndote lo correcto o incorrecto”, dice Sean, de 9. De hecho, Lyndon, de 9 años también, dice: “Siempre deja que tu conciencia sea tu guía”.
La conciencia puede ser una guía confiable, pero no infalible. Los escritores del Nuevo Testamento describen la conciencia como capaz de ser débil, profanada, malvada e incluso “chamuscada con un hierro candente”, totalmente incapaz de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto.
Madison, 9, proporciona un ejemplo de conciencia afinada: “Si se trata de una cuestión furtiva o engañosa, está mal”.
Gray, de 8, nos muestra la influencia de su madre: “Si crees que tu madre no te dejaría hacerlo, entonces no deberías hacerlo”. Nicole, 10 años, agrega: “Conozco el bien del mal porque mi mamá y mi papá me enseñaron. Además, leo la Biblia”.
Nicole, si tus padres consideran la Biblia como su estándar, considérate bendecida.
El apóstol Pablo le escribió lo siguiente a un joven ministro llamado Timoteo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea completo, completamente equipado para toda buena obra”, 2da.de Timoteo 3:16-17.
La Escritura es “provechosa”. La Biblia es una mina de oro para aprender los caminos de Dios para que puedas ser “completo” o maduro y listo “para cada buena obra”.
Taylor, de 10 años, dice que la Biblia contiene un estándar objetivo para lo correcto y lo incorrecto: “Si sigues los Diez Mandamientos, estás haciendo lo correcto. Pero si los rompes, lo estás haciendo mal”.
El problema es que todos han roto más de una de estas leyes escritas. El apóstol Pablo escribió: “Por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de él, porque por la ley es el conocimiento del pecado”, Romanos 3:20.
Jesús dijo que no vino para destruir la ley, sino para cumplirla. Este que siempre guardó la ley haciendo lo correcto se ofreció a sí mismo como un sacrificio para los transgresores de la ley. Esos somos nosotros. Sin excepciones. Jesús prometió impartir su vida a todos los que lo acepten como su salvador. Cuando los cristianos están llenos del Espíritu de Dios, viven bajo una ley más elevada que los 10 mandamientos, la ley del amor.
Medita: Dios llena los corazones de sus seguidores con amor. No todos los cristianos son discípulos de Jesús.
Memoriza: “Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en sus corazones, y seré su Dios, y ellas serán mi pueblo”, Hebreos 8:10.
Pregúntate: ¿Estás escuchando los impulsos internos del Espíritu Santo para aumentar su amor por Dios y sus caminos de justicia?
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Las citas bíblicas son de la Nueva Versión King James, a menos que se indique lo contrario.
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